Bitácora

Comida en los aviones, ¿por qué sabe distinto y cómo se prepara?

¿Has notado que la comida de los aviones tiene un sabor peculiar y diferente? Esto se debe a que requiere de ciertos cuidados e instrucciones para elaborarse. Aquí te contamos los detalles.

La experiencia que uno tiene al probar la comida dentro de un avión se ve afectada por distintos factores que alteran los sentidos. Sin embargo, la forma de cocinarla, resguardarla e, incluso, algunos productos específicos, también pueden alterar el sabor de la comida.

De primera instancia, de acuerdo con la Red Olfativa Española, las cabinas presurizadas afectan significativamente el olfato, sentido intrínsecamente relacionado con el gusto. Por ejemplo, la humedad dentro de las cabinas es más baja que la exterior, lo que hace que las fosas nasales se resequen.

No obstante, las técnicas de cocción, higiene y productos a elegir son otros factores que afectan el sabor de la comida en los aviones.

Forma de prepararla

La Organización Panamericana de la Salud comparte que, por seguridad, los aviones no cuentan con cocinas adecuadas en su interior. Incluso, quienes las preparan son caterings especializados con estrictas normas de higiene para prevenir enfermedades alimentarias.

La opción viable para preparar los alimentos es previo al vuelo en una ubicación dentro del aeropuerto para acortar el tiempo transcurrido entre la preparación y su consumo.

La comida se prepara aproximadamente 10 horas antes, luego se refrigera o congela, y se resguarda. Una vez a bordo, ésta se vuelve a calentar en hornos de aire caliente o de vapor.

Uno de los grandes retos es preparar comida que tenga mucho sabor. Para ello, se cocina con más sal y especias debido a que la capacidad de nuestras papilas gustativas disminuye un 30% a bordo del avión.

Hornos de convección

United Airlines fue la primera compañía en ofrecer alimentos fríos a bordo de los aviones. En 1936 se comenzó a servir comida caliente que era preparada en las cafeterías de los aeropuertos.

Nueve años después, junto con la invención del horno de convección, fue posible calentar los alimentos a bordo del avión.

Actualmente, por motivos de seguridad, no se pueden utilizar hornos de flama ni microondas para calentar la comida. Por ello, aún se utilizan hornos de convección o de vapor para calentar los alimentos de forma eléctrica y así evitar incendios.

Este tipo de hornos permite cocer los alimentos a temperaturas menores que las que se emplean convencionalmente. No obstante, al ser recalentada, se pierde el control sobre el proceso de cocción, por lo que modifica aun más su sabor.

Pollo, pasta y jitomate: los favoritos

Estudios han demostrado que el pollo y la pasta son los alimentos que menos se ven afectados en cuanto a sabor. Por lo que se han convertido en la base de varios menús aéreos.

Otro básico de la comida de los aviones es el jitomate, en especial el jugo de tomate. Pues éste, a comparación de otros productos, en vez de disminuir su sabor, sus propiedades se alteran y lo hace más intenso.

Aunque las limitaciones de espacio y seguridad pueden afectar el proceso de cocinado y la percepción del sabor, cada vez se innova más en las comidas aéreas. Así, mientras los viajeros se adentran a una nueva aventura, la comida puede llegar a ser parte importante de la experiencia.

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