Bitácora

Mindful eating, la practica que mejora tu relación con la comida

El mindful eating o alimentación consciente es una tendencia que permite que las personas se conecten con los alimentos y mejoren su relación con la comida. Te contamos sus beneficios y cómo empezar a practicarla.

Por Andrea Nyrup

Por sus múltiples beneficios y áreas de aplicación, el mindfulness ha mutado a diferentes prácticas como el “mindful eating” o la alimentación consciente, la cual se enfoca en la atención aplicada a la alimentación y la conciencia plena de nuestras experiencias alimentarias.

Muchas personas han explorado esta práctica, relativamente nueva, para enfrentar trastornos de la conducta alimentaria; cambiar su dieta a una más saludable por motivos de enfermedad, como la diabetes, hipertensión y obesidad; bajar de peso, o simplemente para mejorar su relación con los alimentos y su estilo de vida.

El principal objetivo del mindful eating es ayudar a las personas a saborear el momento y la comida, y fomentar plenamente la experiencia de comer. El practicante presta atención a la alimentación como una experiencia completa, sin preocuparse por alguna limitación de ingesta de alimentos o por el tamaño de las porciones, como sucede en la mayoría de las dietas.

Además, es libre de elegir qué alimentos comer y en qué momento hacerlo, siempre de manera consciente; por añadidura, las personas pueden elegir consumir alimentos más sanos, al estar realmente conscientes de las consecuencias que puede implicar el consumo de algún platillo. También toman en cuenta el tamaño de las porciones, que pueden ser menores o más adecuadas a su cuerpo, ya que saborean y disfrutan mejor la comida.

En Culinaria Mexicana te compartimos cinco tips para implementar la alimentación consciente en tu día a día:

Pregúntate: ¿Realmente tengo hambre?

A veces pensamos que tenemos hambre, pero la verdad es que solamente estamos aburridos, ansiosos, cansados o sedientos; antes de decidir comer algún alimento, te recomendamos que analices si la sensación que tienes realmente es de hambre.

Podrás empezar con tu estómago: si tu estómago se siente satisfecho o no sientes la sensación de querer comer, seguramente NO ES HAMBRE. Entonces, prueba dándote un descanso, caminando un poco, o tal vez tomando un vaso con agua y notar si las ganas de comer desaparecen.

Colocar todo lo necesario en la mesa

Para esto, hay que aclarar que es recomendable que comas en una mesa, no en la cama, escritorio o sillón. Sino en una mesa que tenga lo necesario para que puedas comer cómodamente, ya sean las servilletas, la sal, algún condimento o aderezo, vasos con bebidas o platos que necesites.

De preferencia sirve todo al mismo tiempo para no tener que levantarte y, con ello, interrumpas tu ciclo de alimentación. El tener todos los elementos a tu alcance permitirá que te concentres solo en la comida y que no estés pensando en qué más necesitas; de esta manera prestarás más atención a tus platillos.

Sin distracciones

Usar dispositivos, ver la televisión, escuchar música, leer o incluso realizar trabajo o tareas escolares mientras comes, hace que nuestra atención disminuya, pues al hacer otras cosas se presta menor atención a los alimentos.

Por eso recomendamos que se evite todo tipo de distracción por lo menos una vez a la semana. Organiza tu agenda y haz una cita con los alimentos para que puedas olerlos, verlos y sentirlos desde tus sentidos y tu conciencia.

Masticar bien la comida

En estos tiempos se suele estar con prisa, y a veces no masticamos bien nuestros alimentos; basta con solo un par de veces y los pasamos al estómago.

El masticar los alimentos es muy importante para mejorar la digestión y la absorción de los nutrientes en nuestro cuerpo, algunos expertos recomiendan por lo menos 18 veces, y otros hasta 30 veces por bocado; sin embargo, lo mejor es que tú mismo te des cuenta de que tanto necesita ser masticado un alimento para que tenga la consistencia final de un puré y esto le permita al estómago hacer mejor su trabajo.

Masticar adecuadamente también permite percibir con mejor detalle la textura, los sabores y los condimentos que están presentes en tu platillo; con ello el disfrute de los alimentos suele ser mayor.

Agradecer los alimentos

¿Alguna vez te has preguntado cuántas personas, recursos naturales y tiempo se necesitó para que llegaran los alimentos a tu mesa? En verdad, la cadena de producción de un alimento depende de mucha gente y de mucho tiempo, personas que dedican toda su vida a cultivar algún cereal o algún vegetal, o a la crianza de algún animal y por supuesto la vida sacrificada de estos animalitos. También depende de transportistas, comerciantes, chefs, cocineros, meseros, divulgadores gastronómicos, y muchas personas más, todos haciendo su trabajo para que disfrutes de los alimentos.

De acuerdo con el INEGI, en México mueren cada año aproximadamente 8 mil 500 personas a causa de la desnutrición, de ellos, un promedio de 850 eran niños menores de cinco años. Además, cerca de 28 millones de mexicanos viven en vulnerabilidad por carencia de acceso a la alimentación. Estos datos nos permiten darnos cuenta de lo afortunados que somos al tener un plato con suficiente comida en la mesa.

¡Agradece los alimentos que llegan a tu mesa y nutren tu cuerpo!

Practica las recomendaciones del mindful eating y notarás cómo poco a poco los alimentos tendrán un nuevo valor en tu vida.

Share this content:

Please follow and like us: